MARISOL   (29)

 

 

HISTORIA

 

Marisol tiene una vida pesada, ella posee una cicatriz en su rostro, ya que cuando era niña cayó en un espejo quebrado. Todo parece negro en su vida, hasta que conozca a José Andrés, un joven rico, del cual se enamorará perdidamente.

Marisol es una humilde joven que vende flores de papel para sobrevivir. Ella oculta parte de su rostro con un enorme mechón de pelo. Nadie sabe por qué lo hace. Sólo sus cercanos conocen la verdadera razón. Marisol esconde una horrible cicatriz que tiene desde que era niña, donde tuvo un accidente al tropezarse con un espejo quebrado. Pero a pesar de la herida que marca su rostro, vive feliz al lado de su madre, Sofía, quien está gravemente enferma, en una humilde vecindad. Marisol ha ahorrado cada centavo que gana para comprar las medicinas que necesita su mamá. Sofía sabe que pronto morirá, así que le confiesa a su hija que ellas pertenecen a una acaudalada familia. Marisol piensa que lo que dice es producto de su enfermedad y prefiere no creerle. En la vecindad de Marisol vive mucha gente con historias que contar; existe una pareja de tortolos; está Doña Rosita Suárez, una esforzada lavandera; está Petra, amiga de Doña Rosita, y típica “vieja metiche”; y también se encuentran los hijos de Doña Rosita, Paco, que sueña con ser torero, y Mario, que resulta ser el “novio” de Marisol. Mario se muestra noble ante ella, pero en realidad, es un vago sinvergüenza, que se aprovecha de su ingenuidad para salirse con la suya. Él mantiene una relación con una cantante de bar llamada Sulema, que es igual de ambiciosa y cruel que él. La vida cambia para Marisol cuando su madre muere y descubre la traición de Mario. Dolida y desesperada, llega a su vida José Andrés, un guapo joven de buena clase social que trabaja de pintor, de quien se enamora.